INTRODUCCIÓN

     En el país se ha  reconocido a la primera infancia como una etapa fundamental en el desarrollo del ser humano. Es así que el aprendizaje y todos los desarrollos que se adquieren durante este periodo dejan una experiencia imborrable en nuestras vidas.

En los últimos años el País viene adelantando acciones para la construcción de políticas públicas que contribuyan a garantizar el cuidado, la atención, la nutrición y la educación inicial de los niños y las niñas desde su gestación hasta los seis años de edad.

     Donde se reconoce la Educación Inicial como un derecho de todos los niños y las niñas menores de 5 años permitiéndoles participar en escenarios enriquecidos en donde se promuevan aprendizajes a partir del reconocimiento de sus historias, sus contextos particulares y impulsando al máximo sus potencialidades, con el fin de que los primeros años se conviertan en una ventana de oportunidades que les permitan avanzar en sus procesos comunicativos, cognitivos, corporales, afectivos, sociales y artísticos, como base fundamental de sus posteriores construcciones.

Se debe tener en cuenta que  las experiencias pedagógicas que se propicien en una educación inicial deben responder a una perspectiva de inclusión, equidad que permita el reconocimiento de la diversidad étnica, cultural y social, las características geográficas y socio-económicas de los contextos, así como a las necesidades educativas de los niños y las niñas.